Bumerang, Cosas de la Vida, El fin de lo que nunca debió ser

comentario personal, ajeno a chismes y ajustado a una realidad sobre el comportamiento de un funcionario público.

Manuel Jiménez hizo varias Rendiciones de Cuentas y nadie dijo que era un Mentiroso. Dioris Astacio hace una y todos le replican, señalándolo como embustero, simulador y manipulador.

Quiso, un día como hoy, comenzar una guerra contra Manuel y la gestión que trajo más de 100 camiones y logró avituallar a una Alcaldía vacía. Dioris mintió al decir que le habían entregado solo el 50% de los camiones en buen estado, como inicio de una cadena de mentiras, figureos, puestas en escena, queriendo vender su imagen con dinero público que buscaba, además, aplastar el prestigio de Manuel, pero todo le ha resultado lo contrario.

Un año de mentiras, promesas incumplidas, neotrujillismo, violaciones a leyes y 0 en transparencia desembocan en un deterioro abismal de alguien que creyó era una marca y ahora, hasta imponer un ridículo nombre a una ciudad quiere, incrementando el malestar del ciudadano.

Vertederos en tipo furgón o contenedores, manejos irregulares y no fiscalizados de los dineros públicos, uso de su alias en t-shirts y en las redes institucionales, es solo la epidermis de un desastre institucional que desembocará, seguro, en procesos mucho más complejos que hoy.

Por denunciar todo esto, quien escribe, Fernando Buitrago, ha sido sometido a la justicia, porque el rol del comunicador y/o periodista es denunciar, vigilar el uso de los fondos públicos y ser el garante de la buena administración de los bienes del pueblo.

La persecución se demostrará en su momento y datos sobran, porque no han podido decenas de millones en publicidad para detener el convencimiento del pueblo que las cosas se están haciendo mal y los datos institucionales, como caer del lugar 10 al 38 en el Sismap y sacar 0 en transparencia, dan la razón a todo lo denunciado.

Dioris Astacio llegó a través de un proceso muy turbio, cargado de irregularidades de las mafias electorales en las primarias del PRM y, desde ese día, mandando al dizque 4to lugar a Manuel Jiménez, el acoso contra el ex-alcalde había comenzado y, aún hoy, persiste.

Se puede salir del hueco en cifras, pero lo que no podrá remendar es la fama de envidioso, neotrujillista, mal administrador y mentiroso, que se liga con otros señalamientos que el sentido común no me permite exponer, porque habría que demostrar en corte.

Dioris está acabado y nadie lo lanzó al hueco del descrédito y el desprestigio moral, solo su mal manejo, su envidia y autoritarismo como comportamiento normal, sus sospechosas reuniones y sus ridículas apariciones con casco y capas, vendiéndose como Mesías, simulando hombre de trabajo, mientras aparecía maquiavélicamente con ropa de rescatista en el Jet Set o buscando suplantar al Ministro de Obras Públicas en el puente de la 17, en medio del luto, sellan toda posibilidad de humanismo que su cara y el dinero de publicidad puedan vender.

Adiós a su futuro político, toda presencia en lugares públicos será vista como la continuación de alguien que nunca, nunca, debió administrar una ciudad.

Lo que se vendió como Gobierno de Pastores devino en autoritarismo, envidias e ineficiencia, arrastrando incluso a las iglesias por los malquereres de un pueblo entero.

Así es la vida, apostó por enterrar a Manuel y el que se enterró fue él.

X.com/@Fdo_Buitrago

CAJITA CONVERTIDORA

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